Ciudad de México, 07 de noviembre de 2019

Al destacar la naturaleza del sistema procesal penal acusatorio, el juez del Poder Judicial de la Ciudad de México, Rafael Santana Solano, afirmó que los impartidores de justicia tienen la obligación de estar en las audiencias, a diferencia de lo que ocurría en el sistema anterior, preponderantemente escrito.
En entrevista en la emisión Hablemos Derecho, conducida por Tzoyectzin Chacón, comentó que, en el viejo sistema, dadas las cargas de trabajo, los jueces prácticamente estaban impedidos de estar físicamente de principio a fin en las audiencias.
“Al momento en que se resolvía por escrito, pasaba el expediente para sentencia y, vamos, siempre se tuvo la duda sobre realmente quién era el que estaba resolviendo las decisiones importantes, como una formal prisión o un auto de libertad”, recordó.
En la actualidad, contrastó, dentro del sistema procesal penal acusatorio, el juez está al frente, y quienes son parte en el proceso: imputado, víctima, ministerio público, abogados, siempre están ante su presencia.
“En nuestras audiencias no tenemos mucha opción; todo lo que nos piden lo tenemos que resolver en el mismo momento en el que nos están solicitando. No tenemos forma ni siquiera de hacer recesos o posponer audiencias para ver qué decisión vamos a tomar”, explicó.
El juez del sistema procesal penal acusatorio del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México puntualizó que sólo cuando se va a tomar una determinación respecto a una sentencia, es cuando están facultados por el Código Nacional de Procedimientos Penales para tomar un tiempo, de hasta 24 horas, para resolver.
“Es una deliberación que debemos hacer en privado y alejados de cualquier contacto, de cualquier ámbito personal, para evitar que, incluso, tengamos la tentación de dejar ese trabajo a nuestro personal”, puntualizó.
También dijo que, a diferencia del sistema de justicia anterior, ahora los jueces ya no tienen el mismo número de personal a su cargo. Explicó que actualmente sólo tienen un auxiliar, sin capacidad para ayudar a la toma de decisiones.