Ciudad de México, 15 de noviembre de 2019

La magistrada de la Primera Sala de Justicia para Adolescentes del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), Sara Patricia Orea Ochoa, participó en una mesa de debate en el programa Diálogos en confianza, de Canal 11, para aclarar dudas acerca del tratamiento de los jóvenes en conflicto con la ley, a partir de la entrada en vigor de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes en 2017.
Explicó que, pese a que niños y jóvenes son imputables, no deja de ser una inquietud para la ciudadanía el hecho de que un internamiento de cinco años para un menor de edad infractor de hasta 18 años de edad sea el adecuado, siendo el último recurso la prisión preventiva.
“Se nos olvida que en algún momento fuimos menores”, dijo, máxime que el tiempo es relativo y más aún si se comparan las sanciones con las aplicadas a los adultos para quienes esos cinco años son pocos; por lo tanto, un lustro para los niños y jóvenes “son una eternidad”.
Ante la percepción de que el reclutamiento de los menores de edad en las filas de la delincuencia organizada obedece a que las sanciones o medidas son bajas, la juzgadora negó que sea exclusivamente por esa causa.
Recordó que entre niños y adolescente hay un sentido de pertenencia a la familia, la escuela y, a veces, a grupos sociales de la propia comunidad, pero que se rompe cuando son éstos son excluidos.
Orea Ochoa consideró que si para el crimen organizado el sector infantil-juvenil resulta “desechable”, en cuanto a que se puede eliminar a uno para reclutar a otro menor de edad, es porque la tercera parte de la población nacional corresponde a ese sector de la población.
Luego de referirse a casos en los que han sido deficientes las investigaciones por parte de las autoridades correspondientes, la impartidora de justicia reiteró que lo importante es escuchar a los jóvenes para evitar que estos sigan llegando a manos de los delincuentes.