México, 31 de mayo de 2019.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, le entrega un reconocimiento por su trayectoria profesional y por su labor en la Fundación Diego Rivera.

Rivera Marín agradeció al magistrado presidente por la invitación al tribunal, por el reconocimiento y por el trato y amabilidad de magistrados y jueces.

En su primera visita al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), Guadalupe Rivera Marín, hija Diego Rivera, plasmó sólo algunas pinceladas de una vida dedicada al servicio del país, pero impregnó el ambiente con risas, emociones y nostalgia.

En la sede de los Juzgados Familiares, durante la inauguración del ciclo de conferencias Murales y Muralistas, que encabezó el titular del Poder Judicial, Rafael Guerra Álvarez, la hija del pintor y muralista Diego Rivera expresó con sorpresa: “Nunca me imaginé, señor presidente, que iba yo a estar en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México como una invitada de honor”.

No sólo asistió como invitada de honor a la Conferencia Multimedia Diego Rivera. Una Visión Panorámica de la Vida y Obra del Pintor, sino también recibió un reconocimiento por su trayectoria profesional y por sus logros en la Fundación Diego Rivera, dedicada a preservar la obra artística del pintor y muralista.

Más de 250 invitados, asistieron al evento convocado por el TSJCDMX, quienes estuvieron atentos a los fragmentos de la vida de Guadalupe Rivera Marín, a sus recuerdos, a sus expresiones. Ella, en silla de ruedas, no perdía el buen humor, pese a que unas horas antes había sufrido un accidente, que le dificultaba caminar y, sobre todo a mantenerse de pie.

Llegó al recinto, con varios minutos de antelación, los cuales aprovechó para conocer parte el edificio y las oficinas del Magistrado Presidente. Llegaron juntos al Salón Presidentes, donde fue recibida con el auditorio de pie y con una amplia ovación.

En su intervención, reconoció que nunca había venido al Tribunal, pero recordó cuando asistía al Museo Memoria y Tolerancia, porque su tía Isabel Marín, fue una de las fundadoras. “Yo venía feliz al museo y a estar con ella. Para mí, llegar a la edad que tengo que son, no digo cuantos, pero son más de 90 años, y poder estar sentada en esta silla, acompañada del presidente, y están esperando que mi amigo Gregorio (Luke) nos diga unas bellas palabras, ha sido un honor”.

Los asistentes permanecían atentos a sus palabras. Ella llevaba la partitura. Los hizo reír y a expresar emociones, incluso algunas con lágrimas. Un mensaje, más que político o con destino la razón, Guadalupe hizo que llegará al corazón.

“Nunca me imaginé, señor presidente, que iba yo a estar en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México como una invitada de honor. Cuando litigué, fui abogada, hice mi vida como abogada, pues pensar en llegar al tribunal superior, por lo menos a la puerta, Entonces cuando recibí su carta, que, por cierto, no la he contestado. No se la he contestado porque no estaba en condiciones de salud para hacerlo”, arrancó una sonrisa a los asistentes.

Continuó con su relato y con las risas de magistrados y jueces, así como personal del TSJCDMX: “Cuando ingresé, hace media hora, a este lugar entramos después por esta puerta a esta sala y me encontré con es amable asistencia con este con este homenaje que no sé por qué está hecho, en honor de qué.

El magistrado Guerra Álvarez se inclina un poco hacia la doctora y le comenta las razones, entre las que destacó su contribución al desarrollo económico, internacional y legislativo mexicano, sino que también ha entregado libros sobre la vida y obra de su padre.

“El señor presidente me lo acaba de recordar. Porque en la casa decían que el homenaje era hacia los murales; el homenaje, decía que era para Diego Rivera y como soy su hija, pues soy la sobreviviente, porque mi hermana Ruth falleció hace muchos años. Y dije voy al Tribunal Superior de Justicia. O sea, nunca he ido y soy doctora en derecho, viví como profesionista como abogada toda mi vida, y muy honrada de ser abogada y muy honrada de pertenecer a un grupo de abogados al gremio, pudiéramos decir, de la abogacía nacional. Nunca me imaginé que una tarde del 30 de mayo de 2019 iba yo a tener el honor de estar sentada en esta silla y de tomar la palabra en una asamblea tan importante como la que está aquí presente y acompañada de tan lindos personajes cómo están aquí”, gesto que fue agradecido por los presentes.

Rivera Marín volteó hacia el magistrado presidente, al expresar: “Creo que no vale la pena decir lo que uno siente cuando todo es sorpresa. Y yo estoy viviendo ahorita un momento de mi vida, en que está sido una de las más gratas sorpresas que recibido para mí; el hecho de ser doctor, ha sido el honor más grande que me pude conceder a mí misma decir que ninguno de los otros amores que he recibido que han sido muchos, han sido tan importantes para mí como a la ver logrado, por mi manera de ser y con mi esfuerzo, alcanzar el doctorado en derecho en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México”.

Rememoró entonces su función como abogada: “A los abogados se les ve mal y, sin embargo, “los abogados sostenemos la fuerza política y la honorabilidad de un gobierno; sostenemos la honorabilidad de la vida familiar; la honorabilidad de las relaciones humanas, porque para eso está hecho el derecho”.

Emocionó a los asistentes, al final cuando dijo: “Quiero expresar mi agradecimiento público al presidente, porque al final de los días de mi vida me hacen este homenaje y por invitarme a conocer el tribunal, y doy gracias por conocerlos a ustedes en una circunstancia especial para una servidora, una servidora de México, porque mi vida entera la dediqué al servicio de mi país”.

Las luces se apagaron. Ella, junto con los demás integrantes del presídium, encabezado por el magistrado presidente Rafael Guerra Álvarez, momentos antes se trasladaron a las primeras filas del salón Presidentes, para así dar inicio al Ciclo de Conferencias Murales y Muralistas,

Y de ahí, el auditorio se dejó llevar por las palabras mágicas de Gregorio Luke, quien deleitó con sus amplios conocimientos de la vida y, sobre todo, la obra de Diego Rivera, que llevó por nombre Conferencia Multimedia Diego Rivera. Una Visión Panorámica de la Vida y Obra del Pintor.