Ciudad de México, 01 de octubre de 2018

El presidente del TSJCDMX pronunció un discurso en la ceremonia por el XXV Aniver-sario de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, donde destacó que tam-poco lo puede ser frente al llamado demo-crático de la sociedad para combatir la co-rrupción y la impunidad.

Ahí, subrayó que el órgano judicial capitalino es pionero en la generación de un sistema de indicadores que miden el nivel de cumplimiento de sus competencias con fun-damento en derechos humanos y perspectiva de género.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez, advirtió que la justicia no puede ser estática ni indolente ante la violencia y el sufrimiento, y menos aún frente al llamado democrático de la sociedad para combatir a la corrupción y la impunidad que tanto indignan y lastiman.

Al pronunciar un discurso en la ceremonia por el XXV Aniversario de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) en la sede de ese organismo, Pérez Juárez recordó que el órgano judicial es pionero en la generación de un sistema de indicadores que miden el nivel de cumplimiento de sus competencias con fundamento en derechos humanos y perspectiva de género, además de que permiten conocer la efectividad de sus tareas en esta materia.

Refirió que el TSJCDMX, de manera institucional y coordinada, intensifica fortalezas, esfuerzos y capacidades para realizar su labor fundamental y encarar el desafío que convoca a responder de manera inmediata.

Al destacar la labor de la CDHDF, dijo que se trata de una institución cuyos presidentes han sabido salir airosos en tiempos difíciles en los que han recibido altas presiones políticas y sociales, pero en los que han defendido contra viento y marea los derechos de las personas.

Consideró que la CDHDF se ha caracterizado por innovar y desarrollar mecanismos de vanguardia nacional para promover, proteger y garantizar los derechos en la vida cotidiana de los habitantes de la Ciudad de México, a fin de lograr que su ejercicio sea una realidad plena y digna para todos.

En particular, explicó, para quienes enfrentan alguna situación de riesgo o vulnerabilidad, entre estos, niñas, niños, adolescentes, personas mayores, indígenas, personas privadas de su libertad, mujeres, personas que viven con alguna discapacidad, pobla-ción lésbico, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual, trabajadoras y trabajadores de toda índole, personas consumidoras de drogas, defensores de derechos humanos, periodistas, víctimas del delito, personas con VIH, entre otros.

El magistrado recordó que el verdadero reto que enfrentan los servidores públicos es solucionar, de manera conjunta, cada cual desde su respectivo ámbito de competencia, los problemas diarios de la sociedad, pero además con la mayor sensibilidad y humanismo posibles.

“Debemos concretar a cabalidad las esperanzas de nuestros compatriotas de alcanzar una real y duradera paz social”, planteó el también presidente del Consejo de la Judicatura local, quien advirtió que hay un deber permanente con la sociedad.