Son los abogados herederos del patrimonio más grande que la humanidad se ha dejado a sí misma: el estado de derecho
Ciudad de México, 12 de julio de 2019.
El magistrado presidente encabezó la celebración del Día del Abogado, a quienes consideró responsables de velar por la más valiosa aspiración y virtud humana: la justicia.
El evento congregó a cientos de abogados del TSJCDMX, CJCDMX, de la Consejería Jurídica, de la Procuraduría General de Justicia y del Congreso local.
La ley siempre ofrece una vía para actuar, su imperio no es un legado de los tribunales ni las cortes, es una victoria cotidiana de todos y, en este contexto, el abogado es su aplicación, vigilancia y creación, dijo el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), Rafael Guerra Álvarez.
En la celebración del Día del Abogado, ante integrantes del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, ambos de la Ciudad de México, así como de Consejería Jurídica, de la Procuraduría General de Justicia y del Congreso local, el magistrado presidente destacó que los abogados son herederos del patrimonio más grande que la humanidad se ha dejado a sí misma: el estado de Derecho. <
En su intervención, Guerra Álvarez subrayó que son los responsables de velar por la más valiosa aspiración y virtud humana: la justicia, a la cual consideró como la virtud suprema que no sólo enaltece a quien la posee, sino que mejora la vida de quienes lo rodean.
“Somos –agregó– el concurso de las mujeres y hombres que dan vida al afán de la justicia, y validan la superioridad moral de la paz frente a la violencia; la certeza, seguridad, autenticidad, legitimidad y credibilidad. Una profesión viva de utilidad indispensable para la sociedad, enraizada profundamente a los valores del pasado y los propósitos del futuro”.
Dijo que son el verdadero espíritu de las leyes, y de los códigos, de las sentencias y la jurisprudencia, así como la fuerza viva que hace posible la legalidad. En nombre del Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México, les refrendó su admiración y colaboración sin condiciones.