El verdadero sentido de la ética judicial son las vidas que se tocan positivamente con cada sentencia
Ciudad de México, 23 de septiembre de 2019.
El magistrado presidente inauguró el II Seminario de Ética Judicial, donde resaltó que en cada círculo vicioso o virtuoso del que somos parte, está empeñada nuestra humanidad para crecer, sacar lo mejor de nosotros mismos y representar un ejemplo social.
Los invitó a ser más vulnerables, más abiertos al cambio, más capaces de escuchar y escucharnos a nosotros mismos. Esa es la verdadera libertad a la que debe llamar nuestra conciencia.
El Seminario de Ética Judicial, Un diálogo interdisciplinario sobre la ética pública entre quienes reflexionan sobre la existencia humana y quienes son responsables de juzgar, se llevará a cabo en el IEJ del PJCDMX.
El presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), magistrado Rafael Guerra Álvarez, inauguró el II Seminario de Ética Judicial, en el que llamó a juezas, jueces, magistradas y magistrados a recordar que el verdadero sentido de la ética judicial son las vidas que tocan positivamente con cada sentencia.
Convocó a los asistentes del evento, organizado por el Instituto de Estudios Judiciales del PJCDMX, a hacer un acopio de valor, de humildad y de vulnerabilidad para encontrarnos como ciudadanos, seres humanos y seres sociales con esta responsabilidad trascendente.
El magistrado Guerra Álvarez subrayó que este seminario debe significar la oportunidad de recopilar el valor necesario para reconocer nuestras áreas de oportunidad, pero más importante aún, nuestros defectos, nuestra humanidad.
“Esto significa ser más vulnerables, más abiertos al cambio, más capaces de escuchar y escucharnos a nosotros mismos. Esa es la verdadera libertad a la que debe llamar nuestra conciencia”, agregó.
El titular del PJCDMX destacó que hoy se contempla una realidad ineludible de la vida humana y la labor judicial: y es que en cada círculo vicioso o virtuoso del que somos parte, está empeñada nuestra humanidad para crecer, sacar lo mejor de nosotros mismos y representar un ejemplo social.
En su intervención se remontó a la Grecia antigua, donde el reconocimiento del ser interior se denominaba “Anagnórisis”. En esencia, somos testigos, aprendices y autores de este conocimiento. Y este seminario sólo representa una ruta para afinar nuestra capacidad de deliberar más allá de nuestras propias limitaciones y alcanzar el pleno potencial para el que estamos destinados.
Por su parte, Sadot Javier Andrade Martínez, magistrado de la Segunda Sala de Justicia para Adolescentes, llamó a ser éticos en la vida pública y privada y en todos los ámbitos el desarrollo humano. Mientras tanto, Manuel Hugo Ruiz de Chávez Guerrero, comisionado Nacional de Bioética, externo el apoyo de su institución a esta casa de justicia.
A la inauguración del seminario asistieron Manuel Hugo Ruiz de Chávez Guerrero, comisionado Nacional de Bioética; Jorge Martínez Arreguín, consejero de la Judicatura de la Ciudad de México; Antonio Muñozcano Eternod, magistrado de la Cuarta Sala Familiar; Elsa Del Carmen Arzola Muñoz, magistrada de la Tercera Sala Penal; Delia Rosey Puebla magistrada de la Sexta Sala Civil, y María Elena Ramírez Sánchez, directora General del Instituto de Estudios Judiciales del TSJCDMX.